El abandono
La seducción de la ciudad ha vaciado nuestros campos y allí quedaron hogares que durante muchos años albergaron los gozos y las tragedias de las familias labriegas. Ahora los techos se hunden y el viento gime en las ventanas abiertas al polvo y el olvido. En su paciente deterioro, hoy son pasto para el afán del fotógrafo que, al retratarlas, rinde homenaje a una forma de vida - dura y anónima - que ha sustentado y sustenta el progreso de la especie humana.
Cámara canon PowerShot G12 a pulso, HDR Efex Pro y Photoshop.
Iso:80
Exposición (v):1/1250 segundos
Apertura (f):4
Luis Felipe García Bergara